Por ejemplo, qué tal si voltearas a ambos lados antes de cruzar la calle y notaras que un anciano hechicero te está observando. Así que le preguntas ¿qué le pasa?, ¡y te pega en la cabeza con su bastón mágico!
De repente estás en un mundo en el que los humanos y los animales han intercambiado lugares. Ves hacia abajo, a tus pies, ¡y descubres que te has convertido en un canguro!
Y te encanta ser un canguro. Ahora tienes una bolsa para guardar cosas geniales.
Tu vida nunca ha sido mejor, y todo gracias a que volteaste a ambos lados cuando cruzaste la calle, en lugar de ir viendo tu teléfono.